Cuando comenzó a trabajar el CSRA, los proyectos que implementaba eran fundamentalmente de salud materno infantil (nutrición de niños y niñas menores de cinco años; salud materna; salud sexual y reproductiva) y estaban enfocados a temas de prevención y a poblaciones de alta vulnerabilidad social. Sus objetivos eran de mejorar el acceso de las familias a servicios sanitarios y fortalecer la práctica domiciliaria de hábitos saludables que salvan vidas.
A medida que fue pasando el tiempo, además de atender los problemas de salud materno infantil, el CSRA fue atendiendo otros problemas de salud frecuentes y prevenibles como enfermedades infecciosas (Tuberculosis, Infecciones de Transmisión Sexual, Malaria, Dengue, entre otros). Determinantes sociales que influyen en el estado de salud como la alimentación, la violencia basada en género, calidad del agua, etc., nos han permitido trabajar con los niños, adolescentes, varones/padres, autoridades comunitarias
Ya hemos comenzado a atender otros problemas de salud como las enfermedades crónicas u otros emergentes como la reciente infección por COVID-19.
Un elemento distintivo en la implementación de los proyectos del CSRA es la Metodología con Base Censal Orientada al Impacto (CBIO), basada en los principios de la Atención Primaria en Salud y en la Salud Familiar y Comunitaria que permite conocer los problemas de salud más graves, frecuentes, prevenibles y/o tratables en la comunidad, saber quiénes son las personas con mayor riesgo de enfermar y/o morir, e incidir en estos problemas a través de acciones del personal de salud con la comunidad.
A partir del CBIO, el CSRA logra involucrar a las familias en la planificación, implementación y evaluación de los proyectos, logra mantener un contacto frecuente con las familias más necesitadas a través de las visitas domiciliarias y el contacto por otros medios, y sobre todo logra medir los resultados e impacto.